Segunda parte de la trilogía del lago Indian. La primera parte era Mi corazón es una motosierra y la tercera, prevista para 2026, El ángel del lago Indian.
Cuatro años después Jennifer (aka Jade) Daniels vuelve a Proofrock, tras los sucesos de la primera parte. Pero casualmente ese día un transporte especial pasa por la localidad; en él transportan a Molino Oscuro Sur, un indio gigantesco con una corrua de muertos a sus espaldas. Y sí, lo habéis adivinado: se escapará y sembrará el terror en las inmediaciones del lago. La novela sucede en 36 horas desesperadas con muertes, muchas muertes y frío, mucho frío; no en vano la cosa sucede durante el crudo invierno. Mientras, Jennifer se verá abocada a enfrentarse nuevamente a un slasher.
Al final de Don Quijote nuestro caballero manchego está desencantado con las aventuras caballerescas y Sancho ha sido imbuido por su amo, a creer en ellas y verse atraído por la aventura. Los dos amigos se ven retroalimentados por sus personalidades. Quijote coge algo de Sancho y Sancho coge mucho del Quijote. A Jennifer le ha pasado lo mismo que al Quijote: ya no encuentra el gusto por el terror (su obsesión) y ha dejado de pedir que la llamen Jade ya que ha sufrido el desencanto de la realidad. Pero algunos de sus escuderos tomarán el papel de Sancho y continuarán la senda del slasher. Jade, no obstante, como chica final -como superviviente-, tendrá su redención en forma de indio inmenso (y otras paranormalidades) y volverá al terror. Si la historia se repite la primera vez en forma de tragedia y la segunda de farsa, en la novela encontramos un personaje que es la cara b de Jade (ya descubriréis al farsante). Esta cara b también sirve para dar contexto a "Mi corazón...."
No temas a la parca presenta una novedad respecto a "Mi corazón..." y es que encontramos múltiples puntos de vista: desde el nuevo alguacil, a los supervivientes de la anterior masacre, el propio Molino Oscuro Sur o algunas víctimas nuevas. Por lo demás tenemos las mismas características que en el primer volumen, quizás no redunde tanto en el meta pero porque sigue el arco narrativo de Jennifer (Jade). Pero a medida que Jade (Jennifer) se recupere, el meta irá volviendo. Por ejemplo, en la novela encontramos una conversación apasionante sobre Scream o un nuevo profesor de historia pidiendo redacciones a sus alumnas.
Entre el terror, algo de humor negro y varias descripciones psicológicas aún habrá espacio para lo poético y la épica. No temas a la parca tiene en uno de los finales más bellos que uno puede recordar dentro del género. Si os gustó la primera parte y su particular voz narrativa en esta tenemos más de lo mismo, con una voz más ajustada que expande y matiza la trama y nos encara a la tercera parte. En este mundo donde lo oscuro y el individualismo luchan por imponerse, esta novela es revolucionaria, porque apuesta por la empatía, la amistad y la sororidad, sin perder nunca de vista la maldad humana.
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