
El violinista Andreas Hymer llega a una ciudad sitiada por la guerra -quizás Sarajevo- para hacer un concierto y recuperar a un antiguo amor Amela Jensen. Ernest Bolsi es un luthier que hace de guia del museo de música vacio por la guerra y es la clave para entender la desaparición de Sophie Kesner madre de Andreas. A partir de aquí pasado, presente y futuro se entremezclan para crear unos personajes muy humanos. En 140 páginas el autor crea una atmósfera sumamente emotiva con la guerra como telón de fondo niveladora del destino de los personajes. Mientras que la música es la conductora de sus vidas. En la narración se mezclan los tres puntos de vista Andreas, Sophie y Ernest así como una serie de cartas que los supervivientes escriben todo ello acaba conformando un fresco impresionante, donde las cartas, matizan la história y donde los personajes nos narran su pasado, su presente y sus expectavibas de futuro produciendo una empatia abrumadora.
Este año me he leído tres libros de Eduard Márquez y este es el que confirma todas las expectativas que tenia formadas sobre él.
"la música bona mai es avorrida/la musica buena nunca es aburrida"