El día de Sant Jordi tuve la suerte que Santiago Posteguillo me firmara mí ejemplar de Las legiones Malditas -su segundo volumen sobre la trilogía de Escipión y Aníbal-. Aquel día me comentó que estaba preparando un nuevo libro sobre la dinastía Flavia, meses después la promoción del libro dio a entender que lo que realmente quería glosar era la figura de Marco Ulpio Trajano el primer emperador hispano de Roma. Peró Posteguillo no mintió ya que este primer volumen -1100 páginas- de lo que será una nueva trilogía solo es una pequeña introducción sobre Trajano y todo lo demás lo abarcan los Flavios su ascenso y caída pero especialmente es una glosa absolutamente aterradora la figura del emperador Domiciano. Porque para conocer un hecho de verdad siempre hay que conocer los antecedentes históricos y esto es lo que Posteguillo nos da. -Sé que es absurdo hablar de mentiras pero es la imagen mental que me había prefigurado-.
A todo esto Trajano durante muchas páginas solo es un nombre que se dibuja en el horizonte, ya que en esta primera parte aparece poco, nos describe su preocupación por la decadencia del imperio y nos cuenta sus movimientos para no morir asesinado, así como la relación con su padre. Al final del libro como a unas 70 páginas del fin ya empieza a marcar tendencia dando pie a pensar como será la próximo entrega.
Mientras todo el libro vive pendiente de Domiciano y su reinado de terror girando todo entorno a él el miedo que provoca, su maldad, su cobardía su endiosamiento como se gesta la conspiración que se abatirá sobre él. Por ello a veces la narración parece muy dispersa, pero cuando todas las piezas encajan te das cuento que lo que hace Posteguillo no es literatura, ni novela histórica es magia. Algún defectillo seria que a veces queda alguna parte redundante y queda la sensación de que eso ya lo has leído.
Para mí Los asesinos del emperador es la anatomía de un asesinato. Empieza en el acto final de la conjura para luego durante 900 páginas magistrales desgranar quienes y porqué mataron al emperador. Por nuestros ojos desfilaran 35 años de la historia de Roma, con asedios, batallas, luchas en el circo y la aparición de los primeros cristianos. La novela respeta en todo momento la historia en los pasajes más sorprendentes Posteguillo te enseña la fuente histórica para que puedas notar la realidad de lo narrado.
Pero si algo transmite este libro es vida ya que nos sumerge de pleno en el siglo I d.C. dejando en la retina pasajes enteros de una fuerza desgarradora imágenes que perduran en mí memoria años al igual que aun quedan en ella pasajes de sus primeras obras.
4/5
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