miércoles, 25 de septiembre de 2019

Foguerada d'Agost de Andrea Camilleri



He de confessar que tenia un cert prejudici sobre l'Andrea Camilleri. El seu personatge Salvo Montalbano pren el nom de Manuel Vázquez Montalbán i té certa inspiració amb Pepe Carvalho; per  això era tot un hàndicap perquè sempre que ho he intentat amb el detectiu barcelonès m'ha avorrit. Però arran de la mort d'en Camilleri al juliol d'aquest any em picar la curiositat i vaig anar a la biblioteca per agafar una novel·la seva, random. L'escollida va ser "Un cau d'escurçons", que era l'entrega numero 26 de la saga. I escolti, prou bé. La narració conte molt d'humor amb grans personatges, que es notava que eren recurrents a la història. Així que vaig repetir, ara sí, amb la primera entrega de la saga "La forma de l'aigua", on trobàvem el primer cas d'un Salvo Montalbano encara per fer i on era el protagonista absolut, amb els secundaris una mica descuidats, però amb una narració solvent i un cas prou entretingut amb una resolució atípica. I ara puc dir que el prejudici era estúpid i ara sóc un convers absolut.

Foguerada d'Agost és la desena entrega de la sèrie. Salvo Montalbano treballa a l'agost però la seva xicota, la Livia, va a passar l'estiu amb ell igualment al poble. Per això, lloguen una torreta arran de platja que comparteixen amb un altra parella amiga, on després de diverses peripècies, hi trobaran un cadàver i començarà la investigació criminal.

Les novel·les d'en Camilleri desprenen un to mediterrani molt festiu. Montalbano és un bon vivant: li agrada el vi, el bon menjar i les dones. Aquests trets són els que comparteix amb el nostrat Pepe Carvalho. Expliquen que les novel.les d'en Camilleri són intraduïbles, perquè utilitza un italià plagat de modismes sicilians, però la traducció catalana juga amb això amb prou gràcia. La màfia és un element present però la trama mai gira entorn d'ella. Camilleri utilitza les seves trames detectivesques per retratar Itàlia, encarnada en un poble sicilià fictici anomenat Vigata. Per Foguerada d'Agost passen l'especulació immobiliària, les corrupteles polítiques i els tripijocs de les elits locals. Les novel·les tenen un to humorístic, però no defugen la transcendència dels fets narrats. De fet la història es va desenvolupant en un to lúdic/festiu i no introdueix certa informació ben bé fins al final, on llavors el to esdevé seriós. Camilleri té una estructura molt clara, les seves obres tenen l'extensió de 180 pàgines de word i s'estructuren en divuit capítols. Si la narració les sobrepassa Camilleri tornar a començar perquè hi ha quelcom que li falla.

Andrea Camilleri va treballar a la RAI, durant dècades, en series de televisió però també era un novel·lista i poeta prou reconegut, però no va ser fins als 69 anys que va parir a en Montalbano. A partir d'aquí va rebre reconeixement mundial i passarà a la història com el pare del comissari vigatà. A través d'ell ens va narrant un estil de vida i saber fer propis dels sicilians del segle XX. Per les seves pàgines passa tota la complexitat del món italià; sense que te n'adonis et permet comprendre un país a l'hora que t'entreté. Sens dubte els Montalbano són lectures ràpides i divertides, no exemptes de drama, amb personatges carismàtics dels que sempre en voldràs més. Com va dir un locutor de ràdio: "quina sort teniu els que encara no heu descobert a en Salvo Montalbano d'Andrea Camilleri".

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Muerte a los Normies de Angela Nagle

Contracultura: Es un movimiento cultural y social caracterizado para contraponerse a los valores culturales y ideológicos que dominan la sociedad.

Este libro explica como la contracultura actualmente es de derechas porque la izquierda ganó la batalla cultural a partir del Mayo del 69 y estableció sus valores como los hegemónicos. La contracultura  de izquierdas venció en los 70/80 (que luego fuera fogacitada y absorvida para amansar las fieras al hacerla inocua ya es otro tema) mientras, por su lado, la derecha ganó la guerra económica. Es decir, lo postulados de la izquierda  referentes a la discriminación positiva, el arte,  el canon occidental, la censura, el feminismo y la pornografía han pasado a ser mainstsream y aceptados por la mayoría de las sociedades occidentales. Trump venció gracias a los movimientos contraculturales de principios de 2010 y al surgimiento de la Alt-Right. Contracultura es atacar al sistema y al canon establecido, Trump ataca la supuesta hipocresía del pensamiento políticamente correcto. En consecuencia, Trump es contracultural.  

La derecha, decíamos, ganó la batalla económica. Reagan y Tatcher fundaron el neoliberalismo y el mundo se está yendo a la mierda desde entonces. La derecha recortaba derechos sociales, se reventaba  los derechos sindicales pero, como supuestamente combatía el marxismo y los enemigos del país, sus votantes eran felices. La izquierda, mientras defiende sus postulados culturales,  puede reventarse Oriente Medio a base de drones sin demasiada afectación electoral. O establecer políticas liberales sin  objeción. La clase obrera toma conciencia de ser clase benestante, por lo tanto ya no han de cambiar el mundo, y se vuelve de derechas. Los debates que sí que se  radicalizan son los raciales, los sexuales y de género. Esta radicalidad es vista como algo a combatir por parte de la derecha y de la Alt-Right. 

Y la izquierda como venció y hace pasar políticas liberales como cosas de izquierda (contratos basuras, etts, liberalización del transporte, impedir referéndums)  se aburre. Y como se aburre crea debates inútiles e inocuos alejados de la sociedad. En este libro se exponen diferentes ejemplos de como la izquierda americana, mediante blogs y foros de Tumblr, se enfangaba en luchas cainitas y estériles. Por ejemplo,  se formó un debate sobre la definición de género. Simplificando un poco, tenemos que existen 14 tipos de géneros identitarios.  Otro ejemplo de esta futilidad fue cuando una oradora de izquierda, que trataba temas como la interseccionalidad, fue boicoteada en una universidad porque en sus escritos  no utilizaba los artículos neutros. Por ello descriminaba a los transexuales,  por lo que fue  vilipendiada por sus propia gente. La izquierda además se autofustiga por ser blanca y hegemónica.  O juzga el canon occidental cultural con parámetros actuales y lo cuestiona todo, socava los fundamentos sociales y con ello consigue desnortar a mucha gente. Porque para tener algo a lo que seguir no hace falta comprenderlo todo, pero sí que la idea quede clara. Si  se marea la perdiz y  se confunde al votante,  el joven bacala sin demasiado posicionamiento político ve un meme descojonándose de todo ello  y  se va a votar a Trump de cabeza. Porque los memes de derecha juegan con una ventaja; pueden ser todo lo politicamente incorrectos que deseen sin ningún límite para  atacar al sistema. La antigua derecha moralizadora y cristiana no hubiera permitido esto, pero la Alt-Right ya no es cristiana, bebe del nihilismo, la incorrección y del individualismo extremo. Mientras la izquierda no puede ser incorrecta o faltona porque tiene moral. 

La izquierda monopoliza el debate público porque cualquier opinión que se salga de su buenismo ideológico es censurada. Esta censura es aprovechada por la Alt-Right para llamarlos intolerantes y fascistas (sic). La derecha, o más bien la Alt-Right,  tiene toda una horda de trolls de internet que crean infinidad de memes, enfangan debates a base de insultos, amenazan y boicotean  páginas webs. Cosas absolutamente primarias, pero que hacen calar su posicionamiento entre sus bases, o mediante el desprecio al otro, ganar adeptos a su causa. Dos ejemplos locales que hemos visto hace poco serían: uno el caso de las defensoras de las gallinas violadas (1); y dos la revelación de Pilar Rahola que el antiguo rey de España le toco una teta. Las reacciones viscerales en los dos casos son ejemplos de esta nueva forma de contracultura. En el primer caso es una forma de desprestigiar la cultura vegana, en el segundo caso de atacar al feminismo.

En definitiva, la izquierda ha desconectado de la realidad y de sus bases y esto ha sido utilizado por la derecha para ocupar su lugar. No en vano el nuevo fascismo está arraigando en barrios obreros. Alguien de Monrovia (Indiana) ve a Hillary Clinton y no conecta con ella  porque su mundo cosmopolita lleno de ensaladas-gintonics  no es el de la América profunda. Mientras Trump gana porque se enfanga en opiniones populistas y deviene cultura ya que, supuestamente, piensa como ellos.  En este caso hablamos de cultura no como elemento artístico sino como lo que define una sociedad y sus características propias.  Estas son algunas de las conclusiones a las que que he llegado al leer el libro, pero Angela Naggle vertebra este relato a través de la guerra cultural que se produjo en Internet a principios de 2010 hasta nuestros días. La autora afirma, después de todo lo expuesto, que hay que acabar con la actual contracultura, opinión que me ha volado la cabeza.
pd: los normies son la gente supuestamente alienada por lo mainstream y que no se entera de que va la vida.


(1). Póngalo en el buscador que pasó de difundir según que webs. 

miércoles, 11 de septiembre de 2019

Los surcos del azar de Paco Roca

 Esta novela gráfica de Paco Roca se convirtió en un clásico instantáneo en 2013. En ella se narra el periplo de un grupo de españoles que tras la derrota de la República se exilian a territorio francés. El protagonista es Miguel Ruíz, que acaba en un campo de concentración en Oran. Recordemos que los franceses ante el aluvión de exiliados españoles los recluyeron en campos de concentración ya sea en Orán o en Argeles. Tras la victoria del eje, estos republicanos pasaron a la Francia  libre donde, a las órdenes del general Leclerc y en la compañía Nueve 156, los españoles acabaran liberando París el 25 de agosto de 1944 de las zarpas de los Nazis.

  Ahora que se  han cumplido 75 años de la liberación de París,  Los surcos del azar ha sido reeditada con una nueva portada centrada en el desfile de la Nueve por los campos elíseos tras la liberación. En esta nueva edición encontramos 24 nuevas páginas que contienen entrevistas con Manuela Carmena, la anterior alcaldesa de Madrid, y Anne Hidalgo, alcaldesa de París y nieta de exiliados republicanos. 

  La aventura de la Nueve resulta apasionante, triste, divertida y mucha veces produce rabia ante la actitud de Europa. Paco Roca dibuja con una gran técnica cinemática y transmite con sus pinceles todo tipo emociones. La historia se narra en dos líneas temporales: una pasa en la actualidad donde el dibujante, a la manera de Javier Cercas, se acerca a un antiguo superviviente para que le cuente su historia; la otra línea temporal es la que transcurre siguiendo los recuerdos de Miguel,  a partir de marzo de 1939, y arranca en el puerto de Alicante con la desbandada republicana a finales de la guerra. Miguel pasará por el barco Stanbrook, Oran, Escocia, Inglaterra, Normandía y finalmente París.  La Nueve nos es mostrada  por Miguel y nos traslada a esos  momentos llenos de recuerdos intensos, de camaradería, de orgullo y reivindicación. Nos enseña que los que liberaron la Francia estaban compuestos por múltiples nacionalidades:  españoles, pied-noirs argelinos, alemanes, italianos, turcos o chadianos. La solidaridad internacional antifascista funcionó. El caso de los Chadianos es sangrante, ya  ellos  desde Camerún empezaron la liberación de Francia, atravesaron todo el corazón de África hasta Argelia bajo las órdenes de Lecrerc, y allí los licenciaron porque no querían negros liberando Europa. Los Españoles eran enviados como avanzadilla porque eran soldados veteranos de la guerra española, gente dura y bregada y firmes candidatos a ser carne de cañón. 

  La memoria es corta, y dura lo que una huella  en la playa. Muchos no se acuerdan del exilio español, durante el cual 500.000 personas se esparcieron por el mundo algunas con más suerte que otras. Por ejemplo hubo 3000 españoles que se pasaron  semanas a bordo del Stanbrook, donde no les dejaban desembarcar a puerto seguro; los países occidentales se pasaban la pelota mientras ellos vivían en condiciones infrahumanas. Cuando  por fin desembarcaron fueron a parar al desierto de Oran y destinados a construir la linea transahariana. Por ello esta obra de Paco Roca tendría que ser lectura obligatoria para recordar nuestro pasado y ayudar desarrollar nuestra empatía. La memoria de España es escasa y no se reivindica, ya sea la gesta de estos 156 hombres o la epopeya de Magallanes. Ahora que se cumplen 500 años de su inicio, ambos aniversarios solo han sido pie de página en algún periódico. Se vive en la inmediatez ya que nadie quiere batallitas. Una población formada en historia quizás tendría algo que decirle a los politicuchos que tenemos, pero eso no interesa.

¿Para que llamar caminos
a los surcos del azar?
Antonio Machado dixit.

domingo, 8 de septiembre de 2019

Robots de cine de María a Alita de Jordi Ojeda


Jordi Ojeda es ingeniero industrial y profesor en la UB, donde dirige un proyecto de divulgación científica y tecnológica utilizando como instrumento pedagógico los cómics, la literatura de ciencia ficción y el cine fantástico. Además es todo un Pope en el mundillo friki de Barcelona, siendo una de las caras más conocidas y apreciadas en la presentación de eventos relacionados con comics, literatura y otros elementos del género Forma parte del Festival de Sitges y ha sido comisario en múltiples exposiciones como:Robots en su tinta (blog homónimo aquí)

 Robots de Cine de María a Alita, es una obra definida por la vocación divulgadora de su autor, que a través del genero fantástico nos presenta el futuro que nos espera. Esta obra de una forma amena y tremendamente adictiva nos presenta todos los futuros usos de la robótica y muchos de sus usos actuales.  El libro se podría llamar Todo lo que quiso saber sobre robótica y no se atrevió a preguntar (o ni tan siquiera se le había ocurrido). Este nos presenta en sus 300 páginas un exhaustivo repaso por todos los términos y conceptos de la robótica: androides, ginoides, geminoides, cyborgs o drones. Así mismo hace un repaso histórico por el origen de los robots,  empezando por el siglo XVIII con los autómatas (que tanta importancia tienen en la literatura de Carlos Ruiz Zafón) hasta el origen de la misma palabra Robot. En el idioma checo de origen vendría a significar siervo o esclavo (para más información consulten el libro) y la usó por primera vez uno de los pioneros del género, Karol Kapec, en su obra R.U.R. (Rossum´s Universal Robots). Otra obra reverenciada de el autor checo es La guerra de las salamandras, recientemente reivindicada y publicada por las editoriales Gigamesh en castellano y Males herbes en catalán.

El libro hace un repaso sobre el cine de robots desde la ginoide María, que aparece en Metropolis de Fritz Lang, hasta  la última adaptación del manga Alita por parte de Robert Rodríguez. Lo que sería desde el comienzo del género y sus primeros pasos hasta el advenimiento total de la robótica en el posthumanismo del Angel de Combate. El libro va marcando una serie de checkpoints que supondrían avances en el género y en las ideas:  Frankenstein, Ultimatum a la tierra,  2001, La guerra de las galaxias, Alien, Terminator,  El hombre Bicentenario Matrix o Her.   Pero como no solo de cine vive el friki (o de la divulgación científica), por las páginas de este libro pasan obras de teatro y escritores míticos  como Isaac Asimov con sus ya canónicas leyes de la robótica, el legendario Ray Bradbury o, el más vigente de todos, Philip K. Dick.  La pequeña pantalla también tiene una gran presencia con su ristra de series: las pioneras The twilight zone o Outer Limits; las centradas en viajes espaciales como Star Trek, especialmente La nueva generación y su inolvidable androide  Data, o Battlestar Galactica con sus temibles Cylon; o la última gran serie sobre los estragos de la tecnología en la sociedad presente y futura (hablamos, claro está, de Black Mirror). 

En total Jordi Ojeda cita casi quinientas obras de ficción interdisciplinar  para difundir todo el conocimiento posible sobre los elementos robóticos. Hay que decir que  es imposible abarcar en un solo libro todo lo referido a los robots en la ficción, pero en Robots de cine sí que puede decirse que se citan todos las obras que deben estar con gran profusión de fotos, a todo color, y papel satinado. Esta obra puede servir para  concienciar  nuestras mentes sobre la próxima revolución  y prepararnos para sus peligros, y no abandonarnos en ese tenebroso valle desconocido (concepto muy interesante explicado en este libro. Y así ya no solo advertirnos de la próxima guerra contra las máquinas,  sino también de los retos que nos supondrá la tecnología con la deshumanización y la alienación que ella podría comportar.   El libro es una toma de conciencia sobre  sus ventajas y sus virtudes si caen en buenas manos (un gran poder conlleva una gran responsabilidad). Pero sobre todo es un elogio a la ciencia ficción y como ella ha contribuido al avance de la humanidad, porque primero alguien imaginó un elemento imposible al servicio de una ficción que luego algún, dígale ingeniero llámele  Bad doctor, hizo real.