martes, 27 de julio de 2021

Agujeros de sol de Never Mories

El argumento, sin desvelar demasiado, trata de una familia española de rancio abolengo que está intentando superar la muerte de uno de sus miembros. La fallecida es la esposa del heredero del linaje y tras de sí deja dos niños mellizos que dan bastante grimita. A raíz de que el heredero encuentre una nueva esposa empezarán a pasar cosas raras. 

Esta novela narra la infelicidad de una familia. La obra se abre con una escena de lo más truculenta cargada de gore y muerte. Las siguientes páginas a la manera de un cluedo, retorcido y algo bizarro, nos irán descubriendo el porqué de esa orgia de destrucción. La cosa empieza con guiños a Rebeca pero pronto desmiente esa premisa, con unos cuantos giros de tuerca.

Sus principales virtudes son: lo potentes que resultan sus protagonistas, una ambientación tirando a gótica y sus diferentes puntos de vista narrativos, a lo PoV de Canción de hielo y fuego, cada uno con su propia y distinguible voz. El único handicap que le he encontrado es que el final es bastante tópico y un poco de telefilm, además de que resulta algo confuso y obliga al lector a juntar piezas.

Sin embargo, esta novela es tan potente que supera cualquier problema que se le quiera encontrar.  Nieves Mories tiene una capacidad asombrosa  para crear escenas absolutamente perturbadoras.

sábado, 24 de julio de 2021

Ocho millones de dioses de David B. Gil




Un año después vuelvo al blog. La casualidad (o no, a saber como trabaja el subconsciente) hace que lo haga con una obra de David B. Gil, autor de mi último libro posteado, el thriller distópico "Hijos del dios binario". Ahora no obstante, la portada no engaña, vuelve al Japón feudal alrededor de los años donde se desarrollaba la ya mítica "El Guerrero a la sombra del Cerezo".

Ocho millones de dioses se desarrolla en 1579 en un Japón dividido que se encuentra en pleno proceso de unificación. En este Japón lleno de damios, feudos y diversas sectas, la compañía de Jesus logró introducirse  y establecer un base fuerte en Nagasaki, desde donde intentar convertir a los japoneses al cristianismo. Uno de lo pioneros, que junto a San Francesc Xavier, tocó tierra japonesa y empezó a abrir camino fue Martín Ayala. Pero de eso hace ya treinta años, ahora Ayala vive recluído en Toledo. Ahora es llamado a volver al Japón para investigar unos misteriosos asesinatos que se están cometiendo sobre los jesuitas en la tierra del sol naciente. Su yojimbo particular será Kudo Kenjiro, un samurai rural que se encargará de escoltarlo en su misión. En su proceso Ayala se reencontrará con su pasado. 

Ocho millones de dioses es un drama histórico cargado de aventuras, una inmersión perfecta en el tiempo en que los samuráis señoreaban la tierra. Cada país tiene sus diversos tiempos míticos, historias sobre tiempos interesantes que vistos desde la historiografía suponen un cambio, tiempos en los que se suelen desarrollar los relatos que luego volverán de múltiples formas dentro la cultura popular: la conquista del oeste para los USA, la llamada reconquista para España, o los tiempos de Luis XIV para Francia. El final del siglo XVI, principio del XVII para el Japón es ese momento. 

En este Japón dividido tenemos tres personajes que buscan su unificación, y que acabarán  marcando este relato, ya que sus intereses marcarán a nuestros protagonistas: Oda Nobunaga, Toyotomi Hideyoshi y Tokugawa Iesu. Ninguno de estos tres tienen un papel relevante en la historia que nos narra B. Gil, pero está bien tener un poco de contexto. 

David B. Gil nos proporciona pues una buddy movie, donde los dos protagonistas, pertenecientes a dos culturas diferentes, tendrán que recorrer el camino hasta desentrañar el misterio. Con ellos recorreremos estos tiempos fascinantes donde una religión bárbara intenta penetrar en Japón. Es muy de agradecer que en ningún momento se intente adoctrinar en ningún sentido, ni que ninguno de los dos protagonistas tengan momentos de revelación y acaben convertidos o apostatando. Ocho millones de dioses es entonces un relato histórico, donde sus protagonistas se adentran en la marea de la historia sin mucha capacidad de decisión sobre los acontecimientos presentes, pero sus actos sí que tendrán consecuencias futuras. Los dos protas están muy bien  perfilados y se mueven por un escenario con un regusto decimonónico en la narración, lo cual es muy de agradecer. Capítulos llenos de cliffangers, protas que cambian de cara y de intenciones  todo el rato y de los que hasta el final no conoceremos sus verdaderos objetivos. La narración huye del sentimentalismo y de las resoluciones fáciles. La novela tiene otros personajes espectaculares, ya que  de hecho los dos protagonistas son un medio para que pasen cosas. Los secundarios se comen el relato y son los verdaderos motores de la historia. 

 Duelos a espada, asuntos shinobi, batallas y honor: Todo lo que se le puede pedir a un libro para el verano.