Epi matá a Tannver en el primer y esplendido capítulo de la novela por el amor de la perunana Tifanny. Alex su hermano esquizofrénico lo presencia todo, y a partir de aquí empieza un dia cargado de tensión, carreras, y virajes emocionales. Un viaje que discurrirá des de el punto de partida de la novela hasta que poco a poco descubramos los antecedentes de todos los personajes implicados.
Esta es la primera novela de Carlos Zanón, y en ella encontramos elementos de No llames a casa: un barrio trabajador de Barcelona, un realismo sucio, una descripción psicológica muy acertada y unos personajes de carácter perdedor que buscan salir de su situación, en esta ocasión a través del amor -o lo que Epi cree que es el amor-.
Me ha encantado lo bien perfilado que esta Alex el hermano mayor ezquizofrénico y que por contra es el que pone un punto de cordura al conjunto -un poco a la manera del detective loco de Eduardo Mendoza, pero en una vertiente naturalista-. Tarde, mal y nunca es un libro contradictorio como esta premisa, porque la vida es así contradictoria, juguetona, cargada de grises y al igual que ella es un torbellino de emociones.
El gran triunfo de esta novela no es lo que cuenta si no como lo cuenta como describe situaciones, pensamientos y formas de actuar en ellas encontramos a unos personajes que son pura vida. Y este es quizás uno de los mejores elogios que le puedo hacer a una novela. Carlos Zanón saca petroleo de unos personajes que en un momento pueden resultar repelentes, por ello esta narración destaca por como cuenta lo que en ella sucede más que la trama en sí. Si les gusta el genero negro no se la pierden, es tan seca y directa como un martillazo a la cabeza.
Me ha encantado lo bien perfilado que esta Alex el hermano mayor ezquizofrénico y que por contra es el que pone un punto de cordura al conjunto -un poco a la manera del detective loco de Eduardo Mendoza, pero en una vertiente naturalista-. Tarde, mal y nunca es un libro contradictorio como esta premisa, porque la vida es así contradictoria, juguetona, cargada de grises y al igual que ella es un torbellino de emociones.
El gran triunfo de esta novela no es lo que cuenta si no como lo cuenta como describe situaciones, pensamientos y formas de actuar en ellas encontramos a unos personajes que son pura vida. Y este es quizás uno de los mejores elogios que le puedo hacer a una novela. Carlos Zanón saca petroleo de unos personajes que en un momento pueden resultar repelentes, por ello esta narración destaca por como cuenta lo que en ella sucede más que la trama en sí. Si les gusta el genero negro no se la pierden, es tan seca y directa como un martillazo a la cabeza.
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