Boone Daniels es un detective de San Diego adscrito al club del amanecer una panda de surfistas que reunen cada mañana para cabalgar las olas. En dos días esperan un gran oleaje que llegara con olas inmensas, pero la economía de Boone no esta muy saneada y tendrá que aceptar el trabajo para localizar a una stripper que a de testificar en un juicio por fraude a una aseguradora. Pero como esto es una novela negra, en la trama se esconde múltiples giros, y un caso más grande y más terrible de lo que se podía sospechar.
Este es el Don Winslow que estaba esperando después de unas cuantas novelas entretenidas, con virtudes muy estimables y ciertamente funcionales, por fin he encontrado una que llegue a recordar, en cierta medida ya que es imposible de igualar, a El poder del Perro. Todos los miembros El club del amanecer tienen un carisma especial y la aureola que lo envuelve el mundo del surf de California (otra vez) con sus mitos y leyendas es muy atractivo.
La trama empieza en una anecdota que al principio queda absorvida por la carcasa que la envuelve, personajes, descripciones, dialogos, el sentido del humor omnipresente -ironia constante-, pero poca a poco va ganado fuerza, hasta juntar una amalgama que convierten a El club del amanecer en mi novela negra preferida del 2013 y a Boone Daniels en un nuevo heroe a nivel de Dave Robicheux.
Creo que La hora de los caballeros su segunda parte caera antes de 2014.
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