Este libro versa sobre la llamada tercera época dorada de las series de televisión. Esta época empezó en 1996 con Los Soprano. Otros que no tienen ni puta idea dirán que con Lost. El autor Brett Martin narra de forma cronológica las series que hicieron avanzar y expandir este nuevo El dorado y como hoy en día las series televisivas están ganando, o han ganado un prestigio, que él cine esta perdiendo a pasos agigantados. Las principales series comentadas en este libro son: The Wire, A dos metros bajo tierra, Mad men, The Shield, Breaking Bad y como decíamos Los soprano.
El análisis serial pasa a un segundo plano para narrarnos las complicadas mentes de sus creadores una serie de variopintos psicópatas y déspotas que sembraban el terror en los platos televisivos (spoiler: la culpa siempre es de la madre siempre) . David Chase (Los Soprano) es el principal monstruo de la función un megalomano déspota, algo acomplejado que siempre sintió que estaba perdiendo el tiempo en la Tv, cuando lo suyo hubiera sido el cine; y lo dice un tipo que creó la más grande serie televisiva hecha nunca. El otro eje de la obra es David Simon (the wire) un militante de izquierdas (más allà de como se entiende eso en los USA) y como con su obra creó la obra literaria más completa de principios de siglo. The Wire es una serie que abarca múltiples capas y esta llena de personajes complejos y para muchos pendantes la mejor serie de la historia. También un megalomano de cuidado. El único que se salva es Vince Gilligan de Breaking Bad ese es una bellísima persona.
Este libro que en ingles se llama Difficult men, trata de como estas mentes creativas, todos hombres (la mirada siempre es la misma aunque vaya de complejo) , revolucionaron el medio, a partir de crear hombres difíciles, con personalidades complicadas, con dudas, ataques de ansiedad, con secretos y mentiras, con evoluciones claras, huyendo de cualquier atisbo de teleplanismo. Personajes parecidos a los antiguos héroes del oeste, Wyatts Earps modernos que buscan la paz, o lo que ellos consideran su paz. Hombres tranquilos, que si han de utilizar la violencia serán capaces de hacerlo, pero con dudas morales y problemas vitales, que quizás lo tienen todo però para tenerlo han tenido que pagar un precio o que lo van a perder. Matan al padre, matan las palabras de Palahniuk, la tele ya no te hace creer que seras millonario o una estrella del rock, ahora muestra las miserias de todo el mundo, historias sin finales, historias que son atisbos de vida que puedes entrever cada semana durante un ratito, o durante un fin de semana durante 14/15 horas de maratón.
El libro empieza denso mezclando la historia de los showrunners, a la vez que la evolución de las series pero una vez acaba con los dos popes: Los soprano y The wire. Todo se diluye siendo un suceso de nombres y poca chicha. Como si el mensaje hubiera sido ya lanzado y no hace falta expandirse más. Mad Men o Breaking bad quedan como pies de página prácticamente. Pero su primera mitad resulta muy interesante sobre todo si eres fan de la HBO.
Las series actualmente han evolucionado hacia otro tipo de masculinidades, expandiendo, la visión de estos primeros pioneros, ellos iniciaron la historia, sobre los hombros de estos gigantes a evolucionado la historia de la televisión y dando otras perspectivas, HBO ya no es esa maquina de calidad de antaño, aunque siga siendo muy interesante y manteniendo su sello a diferencia de otras. Su capacidad de crear series míticas a decaído, a aparte de Juego de tronos o la primera de True Detective. Otras cadenas, y otros hombres y mujeres han tomado su testigo però eso ya es otra historia.
Bonus track:
"La publicidad nos hace desear carros y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco nos hemos dado cuenta y estamos, muy, muy enojados." El club de la lucha.
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