La novela se inicia con tres lineas argumentales, una en el sur donde Glotka es el encargado de evitar la caída de la ciudad de Dagosta en manos Gurkas. Otra en el Norte donde prosigue la guerra contra los norteños. La tercera es la búsqueda de Bayaz, Logen y Luthar de un objeto sagrado que permitirá derrotar a las fuerzas del mal.
Esta segunda parte de La primera ley de Joe Abercrombie resulta irregular. Sus protagonistas son muy carismáticos pero no hay casi nada en la novela que les permita desarrollar su portentosa personalidad. Cuando acabas de leer (hay que perdonar a nuestros enemigos justo) Antes de que los cuelguen, te queda la sensación que te han contado una gran historia, pero que si le quitas 300 paginas a esta segunda parte y 300 a la primera hubiera quedado una novela francamente mas potente. Los pretendidos grandes sucesos quedan diluidos porque sus victimas no tienen potencial dramático. Es decir los protagonistas son complejos y empatizas con ellos algo mas que en la primera parte; pero en este mundo los secundarios, los que tendrían que dar potencia, tensión, dramatismo y sorpresa a la historia están francamente desdibujaos o directamente caricaturizados.
Por lo tanto solo decir que los protagonistas se comen el armazón de la historia. Y que no tienen un esqueleto donde desarrollar verdaderamente su personalidad. Los personajes principales si que evolucionan, pero es una evolución tan evidente que se podría haber hecho con 300 paginas menos. Lo mejor de la novela es el realismo que transmite, cada herida se nota y de que manera!. Lo peor como ya hemos dicho es la falta de secundarios bien construidos.
Y por favor que nadie me compare estas novelas con la gran obra de Martin. Abercrombie y Martin juegan en ligas totalmente diferentes. Es un peso mosca combatiendo con un peso pesado. Vamos que se puede disfrutar igualmente del espectáculo pero la diferencia de peso se nota.
Ahora a por la tercera parte que será la que me coloque la trilogía en su justa medida y sitio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario