Sexta y penúltima parte de la saga de Geralt de Rivia. En esta el protagonismo vuelve ha estar concentrado en Ciri, después que en Bautismo de Fuego anduviera algo desaparecida. La historia empieza en un in media res, donde Ciri aparece terriblemente herida y rescatada por el ermitaño Visygota que la curara y le hará de mentor hasta conducirla ha encontrar la mítica Torre de la Golondrina. El resto de personajes prosiguen su búsqueda en pos la leoncilla de Cintra reencontrándose con viejos enemigos y donde habrán más de un encuentro fatal.
Sapkowski vuelve hacer gala de su talento narrativo, utilizando todo tipos de puntos de vistas y narraciones, desde acciones narradas de forma omnisciente a narraciones orales contadas a posteriori. Y donde cada personaje habla según su estatus social, los campesinos hablan de forma inculta o zezeando..., mientras las nobles se expresan de forma algo cursi y remilgada y los protagonistas de educación media hablan más normal, lo que ello dota a la novela de una naturalidad pasmosa, englobada todo ello en un realismo sucio y donde la fantasía generalmente solo adorna el contenido -siendo eso sí fundamental en el desarrollo de la misma-. La torre de la Golondrina esta cargada de grandes descripciones y momentos inolvidables como ese final sobre un lago helado.
Ahora ya solo queda el último eslabón de la saga, el desenlace promete después de los sucesos de las dos últimas.
Caricatura de la compaña de Geralt, Regis, Jaskier, Cahir y Milva.
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