Rebecca Solnit nos ofrece un libro sobre postulados feministas que todo hombre de bien tendría que leer. Y todo aquella mujer que vaya por el mundo hablando de feminazis. Ya que muchas veces lo que nos explica nos pasa desapercibido por pura ignorancia o desinterés o mierda social impuesta por el heteropatriarco.
El título de el libro se refiere al "mansplaning" un concepto que hace referencia a la tendencia que tienen muchos hombres a explicar cualquier cosa a una mujer de forma condescendiente y desde una superioridad impostada. Por ejemplo la autora cita : que estando en una fiesta alguien la presento a un hombre diciendo que era la autora de un libro sobre Edward Muybridge, el muy imbécil le dijo: "a pues este año han sacado otro libro muy importante sobre Muybridge", sin darse cuenta el muy gilipollas que estaba hablando con la autora de ese otro libro, pero como era hombre tenía que soltar su "superioridad intelectual" al final reconoce que ni lo ha leído.
Posteriormente Solnit nos habla de como realmente la inmensa violencia en el mundo es producida por hombres, los asesinos de masas siempre son hombres solitarios. Generalmente solo se señalo el adjetivo solitario obviando lo evidente. Y es un dato puramente estadístico.
También hace hincapié en la violación por parte, del jefe del Fondo Monetario Mundial, Strauss-Kahn, a una camarera de planta de un hotel de lujo en Nueva York. La chica era inmigrante y negra, además de mujer. La prensa especializada la tildo básicamente de prostituta. En esta parte Solnit nos relata como el FMI es una estafa, que no ha ayudado a ningún país a salir de la pobreza solo lo ha condenado a más miseria. Debido a ese régimen asesino que es el neoliberalismo.
Otra tema muy interesante que trata es como los matrimonios del mismo sexo, ayudan a llegar a la verdadera igualdad entre hombres y mujeres. Porque al no existir un rol definido por el físico son mucho más libres en sus relaciones, así mismo subvierten las leyes históricas matrimoniales (británicas de 1780 aprox. luego EEUU y posteriormente dentro del derecho jurídico en los países occidentales) donde el hombre pasa a ser el responsable de los actos de la mujer, así mismo como su amo y propietario. En algunos países la identidad de la mujer se diluye en pos del apellido del marido, ella deja de formar un ente individual para ser una parte de la identidad del marido que es el que define su status. Las relaciones LGTBI reformulan esto y establecen unas relaciones más equitativas entre sus participantes.
Solnit invita a tejer la tela de araña de la identidad, poner negro sobre blanco, la identidad de las mujeres y sus abusos recordar a nuestras madres que anduvieron un camino para conseguir ganar cada vez más derechos y poder avanzar hacia un mundo donde la identidad femenina sea reconocida como tal, y no sea invisibilizada. Que las mujeres no sean victimas del síndrome de Casandra, que allí donde cuenten sus abusos no sean menostenidas y llamadas mentirosas. Como pretende hacer la extrema derecha española que invita a derogar las leyes de la violencia de género porque las mujeres se inventan cosas y acusan a hombres inocentes. Desde la aprobación de las leyes de violencia de género se calcula que ha habido un millón de denuncias, solo 90 han resultado falsas. Un tanto por ciento absolutamente ridículo.
Virginia Woolf aparece en este texto para recordarnos el derecho de las mujeres a pasearse por las calles de las ciudades sin que ningún energúmeno las moleste o las agrede física o verbalmente, habla de como el ocupar espacios tendría que ser un derecho inalienable y así conformar parte de su identidad y no tener que quedarse encerradas en su cuarto, de manera que el espacio urbano configure la identidad femenina también. Solnit dice que la ciudad y las calles han de tejer entramados urbanos donde ellas se sientan agusto y puedan hacer su vida de forma natural en espacios sociales propios.
En los últimos capítulos del libro habla del hallstag #yesallwoman de como miles de mujeres dan testimonio de sus desencuentros en situaciones machistas con hombres. Y como muchos tipos acomplejados les molestaba esto o de forma condescendiente crearon el hallstag #notallman. Que muy bien vuestro apoyo pero era su espacio y su testimonio.
Este tipo de libro resultan imprescindibles para meternos en la piel de las mujeres y lo que han vivido para dar pie a la reflexión y juntos podamos hacer un mundo mejor y desarrollar relaciones no entre sujeto y objeto sino entre dos sujetos plenos. Así mismo a huir de ese individualismo extremo que nos quieren imponer, para que tendamos al egoísmo y seamos meras maquinas productivas a la gloria del gran capital. Muerte al neoliberalismo.
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