miércoles, 9 de octubre de 2019

El hambre de Alma Katsu

   La expedición Donner fue una de las tantas caravanas, de pioneros, que cruzaron EEUU en pos de un futuro mejor hacia California. Lo que hace que  aun se la recuerde es su fracaso y su misteriosa desaparición. Sus pocos supervivientes contaron una historia de horror y canibalismo.   La historia se sitúa en 1846, cuando ocurrieron los hechos históricos. Alma Katsu traza una reconstrucción de lo que les sucedió tamizada con elementos de horror y bicho acechante. La historia está plagada de folklore indio que dota de atmósfera al relato. La ambientación histórica no es compleja, pero si contiene los trazos precisos para conseguir una buen escenario. El hambre es una historia del oeste donde lo que importa es ver como  un grupo se ve enfrentado a unos elementos que lo llevarán al límite. 

  Alma Katsu escribe un relato puramente histórico hasta prácticamente las últimas 100 páginas, donde  el elemento fantástico toma forma y presencia en una parte final algo precipitada y abrupta.  El hambre se queda corta en trazar relaciones humanas y personajes carismáticos,  sus 350 páginas no consiguen sumergirnos plenamente en la historia y deja un poso de insatisfacción general. La típica moraleja de que el peor enemigo para el hombre es el propio hombre resulta obvia, y el monstruo queda superfluo y como  un mero macguffin. Algo parecido sucedía en El terror de Dan Simmons, pero su formato y extensión (tocho contundente) al menos dejaba un poso histórico que suplía la nimiedad del elemento fantástico. El hambre resulta deficiente en los dos aspectos (monstruo e historia). Además, la narración tiene un tono coral lleno de personajes desdibujados y arquetípicos, que hace que cuando nos muestren sus secretos nos importen un higo. 

  Ahora bien, quien busque una historia rápida de leer, con un poquito de gore y una historia sin complejos, este es su libro. El hambre resulta a la literatura lo que un 80% de las películas de Netflix al cine. Es decir, una historia con ciertas pretensiones  y una pátina  de  calidad,  que al final se queda en un telefilm de Antena 3 (o película  alemana del sábado por la tarde en tve). Puede distraer pero se olvida en lo que tardas en leer el primer capítulo. Siendo más benevolente, podría ser una estupenda película de serie B. 

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