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jueves, 12 de diciembre de 2013

La estación de la calle perdido de China Mieville

Dios...
Como empezar esta reseña, La estación de la calle perdido resulta una obra descomunal en todos los sentidos, extremadamente ambiciosa, muy ampulosa y con un lenguaje algo recargado, con descripciones a cada una más exótica y extraña. Nueva Crobuzón, una ciudad abigarrada, recargada de seres a cada cual más extraño. China Miéville da rienda suelta a toda su imaginación y esculpe con parte de ella esta monumental obra.

La estación de la calle perdido es su segunda novela tras El rey rata ,  en ella desarrolla su estilo más barroco que proseguiría -por lo que he leído- en sus continuaciones: La cicatriz y El consejo de Hierro ambientadas igualmente en este mundo llamado Bas-lag pero en otras localizaciones. En ella Miévielle juega el todo por el todo la fantasía por la fantasía, lo extraño por lo extraño, todo ello en un mundo claramente steam-punk, donde el Londres victoriano se cambia por Nueva Crobuzon. Donde el ambiente forma parte del todo, el éxito de esta novela no se entendría sin los fuegos pirotecno-descriptivos que usa el autor ingles.

Una fantasía urbana, que al igual que Sanderson  -antes diría- se centra en la ciudad como el único espacio donde se desarrolla la trama. Una trama en la que hay cabida la tecnología a vapor, la magia y los seres alienigenas enmarcada en una sociedad proto-industrial, con su capitalismo desenfrenado, sus mafias, sus sindicatos y sus dirigentes políticos corruptos. Un novela que es todo ambiente pero que no olvida en casi-ningún momento la historia que esta contando:

Isaac es un científico fuera del circuito con sus tres compañeros, tienen un laboratorio en el que hacen todo tipo de experimentos. A la que un día aparece Yagarek un garuda, un hombre pájaro al que le han cortado las alas por el crimen de: Robo de elección en segundo grado -hasta el capitulo final no se sabe que significa realmente esto-. Le pide a Isaac que le ayude a poder volar de nuevo. Así que Isaac empieza a recolectar toda clase de seres voladores para aplicar algo del conocimiento ayudar al reflote del garuda, pero en una de estas les llega un extraño gusano que cuando se desarrolle -en la página doscientos y pico- creara el terror y el caos por toda la ciudad. Por tanto La estación de la calle perdido también es y quizas fundamentalmente una novela con monstruo.Donde el terror y las pesadillas juegan un papel esencial en la obra. Pero también es una fabula anticapitalista donde un sistema manipula a todos en su beneficio y recorta libertades aprovechando un supuesto mal mayor. China Miéville nunca a escondido su filiación de izquierdas.

La verdad que me ha costado acabar esta novela, no por desgana, ni aburrimiento, sino porque se ha de leer detenidamente porque tiene tantos detalles que te acabas perdiendo en la inmensidad de Nueva Crobuzon y en la trama algo alargada quizás pero nunca aburre, giros constantes, detalles en los que Miéville va matizando su mundo: a nivel de como se organizan las sociedades, me ha parecido fantástico todo lo que rodea a la novia de Isaac, la khepri Lin, mitad humana mitad insecto, una artista bohemia y todo ternura. Esta novela a supuesto un despertar del sentido de la maravilla constante, recargada de ideas nuevas. Especialmente recomendada para los que les guste la literatura barroca y lo extraño, pero también para los que os guste una historia con transfondo.

A pesar de algunos defectillos: demasiado larga, se va un poco por las ramas, situaciones que tardan en arrancar o el hecho que te sumerja practicamente en su mundo sin ningun proceso de descompresión -algo que me estimula- hace que andes perdido durante unas cuantas páginas. Vamos que es altamente recomendable. En las novelas posteriores que he leído del autor, este estilo barroca se diluye pero su originalidad y su planteamiento de nuevos mundos e ideas sigue impecable.

jueves, 21 de noviembre de 2013

El rey rata de China Miéville

Saul llega una noche a casa cansado y a la mañana siguiente descubre que alguien a asesinado su padre tirándolo por la ventana.Cuando es detenido como sospechoso, en el calabozo se le aparece un extraño hombre que se hace llamar el rey rata y dice ser su tío y de paso le descubre su verdadera naturaleza mitad humana mitad rata. A partir de aquí se vera envuelto en una huida por todo Londres, ya que el rey rata le explica que tienen un enemigo mortal llamado el flautista (de Hammelin).

Y a la tercera apareció la novela de China Miéville que no me ha gustado, pues me ha aburrido bastante. Quizás se deba a que es su opera prima, quizás me recuerde en demasía a Neverwhere de Neil Gaiman. Ya que la novela a pesar de contar con grandes descripciones urbanas muy vividas, me a faltado empatia en sus personajes y originalidad en  su trama o en su narración. 

La originialidad es lo que le he ido pidiendo a Miéville en sus novelas y El Rey Rata es su novela con menos ideas por página de las que he podido disfrutar. O quizás sea porque el tipo de música que pone banda sonora a la novela el drum'n'bass no sea lo mío. En conclusión se lo perdono porque tanto Ciudad Embajada y La ciudad y la ciudad me parecieron excelentes. 

El rey rata quizás a merecido una crítica demasiado dura por mí parte, pero cuando juzgas una obra por la producción posterior del autor y sabiendo a lo que es capaz de llegar, aunque es absolutamente injusto es difícil no hacerlo.

Pd: A quién le interese esta novela la conseguí de saldo en la libreria gigamesh.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Embassytown de China Miéville

Una colonia, el punto más remoto de la galaxia, una ciudad en la que habitan los embajadores. Los únicos que se pueden comunicar con la raza extraterrestre de los Arikei.  Avice es una inmersora aquella que durante los viajes por el espacio puede mantenerse despierta, cuidando del viaje y los pasajeros, años después de abandonar ciudad vuelve en su luna de miel, con su marido un lingüista que viene a estudiar el idioma de los Arikei, también conocidos como anfitriones. En su estancia en el planeta presenciará la llegada de un nuevo embajador que revolucionará el status del planeta y será Avice la que nos cuenta la historia, de una forma un tanto fría pero de forma juguetona, hasta un final épico como pocos. 

Esta novela es una puta obra maestra, tan buena que duele, tan llena de ideas que abruma, con tantos que giros que no deja de sorprender y con tantos acontecimientos apocalípticos que trasciende todo, pero ante todo es una brillante reflexión sobre el lenguaje, sus usos, formas y significados. Realmente China Miéville esta a años luz de cualquier cosa sobre ciencia ficción que haya podido leer, sus ideas son tan innovadoras que te producen una brecha en la cabeza y ahí se quedan. En definitiva si tienen cierta simpatia por el genero, haganse con este libro.

Pd: China Miéville es un hombre, lo del nombre le viene de unos padres con pasado hippy.

martes, 20 de agosto de 2013

La ciudad y la ciudad de China Mieville

Beszel es una ciudad-estado ( situada en algún lugar indeterminado de la Europa del este. En ella se encuentra el cadáver de una chica muerta, posiblemente una prostituta. La historia se complica cuando se descubre que a la mujer la mataron en la ciudad-estado vecina Ul-Qoma.  Las dos ciudades estados comparten territorio físico hasta tal punta que una banda de una acera es Beszel y la otra es Ul-Qoma, pero es tan intrincado el mapa urbano que algunas calles pertenecen  a las dos ciudades y sus ciudadanos circulan entre ellos cruzandose, hasta se podrían tocar alargando el brazo,  pero desviendose. Sus habitantes tiene prohibido ver nada de la ciudad rival y por ello han de practicar una técnica visual que consiste en desver, (algo así como hacer que no has visto algo que lo tienes al lado). Si un ciudadano ve algo de la otra ciudad se considera que ha cometido una Brecha y una organización secreta del mismo nombre -Brecha- se encargará de penalizarlo de la forma más oportuna. La Brecha en esta novela es Dios, todo lo puede y todo lo dictamina ella, es la máxima autoridad en ambas ciudades.

 Por tanto el asesinato de la chica parece ser una brecha. Tyador Borlu es el policía de Beszel encargado de investigar el caso, y pronto se vera inmerso en una conspiración entre unionistas y patriotas, pues la chica es más de lo que parece a simple vista. 

La ciudad y la ciudad es una atmósfera y una ambientación, donde China Mieville nos propone su historia en una premisa tan absurda como apasionante. El relato negro es funcional, pero la ambientación es insuperable, la historia de las dos ciudades es tan vivida que parece que podamos coger un vuelo y plantarnos en cualquiera de ellas. La novela gustará a los que busquen cosas nuevas y se dejen sumergir en esta Europa decadente y a la vez tan nueva con una telaraña de politica-ficción insuperable y con la Brecha ofreciendo una presencia absolutamente intimidatoria, cómo si fuera un personaje más de la novela. 

China Mieville ha sido todo un descubrimiento. Y el generó llamado Weird-Fiction (un genero que mezcla el terror con la ciencia ficción y la fantasia) algo nuevo a explorar.