El hobbit fue escrito en 1937, como un cuento infantil para los hijos de Tolkien, que cuando decidió publicarlo tubo un éxito absoluto, al tiempo escribiria su continuación, El señor de los anillos, que por motivos editoriales se dividió en tres partes, pero eso ya es historia de la literatura. Sentando los cánones fundacionales de la fantasía de espada y brujería.
Bilbo Bolsón es un hobbit qué vive tranquilamente en la comarca, cuando Gandalf el gris, lo engaña para que parte junto a trece enanos a recuperar un legendario tesoro que esta en las garras de un terrible dragón llamado Smaug.
Reconozco que El hobbit es quizás el libro que más veces he empezado y abandonado, su talante más infantil que El señor de los anillos, me repelía hacia la página 50 más o menos. Ahora aprovechando el estreno de su adaptación cinematográfica he conseguida terminarlo y mí opinión de este libro ha mejorado sustancialmente.
Y la verdad he encontrado lo que esperaba el tono narrativo se mantiene a lo largo de todo el libro, la voz de Tolkien es plenamente reconocible, las situaciones son resueltas de un modo festivo, que provocan más de una sonrisa, en el hayamos sabiduría a raudales y matices ya vistos posteriomente. Aunque de tono juvenil tiene escenas sobrecogedoras de una tensión espeluznante, como el capítulo entre Gollum y Bilbo, y de una breve épica muy sana, hacia el final del libro. Recomendaría este libro a todos aquellos que quieran saber como empezó un genero literario y a los que les gusten los cuentos, llenos de aventuras. Si su brevedad 280 páginas da para una trilogia de 8 horas o no solo Peter Jackson nos lo demostrará.