miércoles, 23 de enero de 2013

Sólo el acero de Richard Morgan


Rengil ojos de ángel, Egar Matadragones y Archech son tres guerreros que vivieron épocas mejores a pasado casi una década después de la batalla de la Quebrada del Patíbulo que fue clave para la supervivencia de la raza humana y que los encumbro como héroes. Los tres viven una vida apacible y en paz. Rengil retirado en una pueblucho fronterizo viviendo de contar sus viejas historias sobre batallas y héroes.  Egar es el jefe de un clan estepario he intenta dirigir a la tribu como mejor sabe y Archech una mestiza abandonada por su raza, intenta recuperar una tecnología ya olvidada viviendo en la corte del imperio.  Pero cuando la madre de Rengil lo contacte, para que encuentre a una prima desaparecida, desencadenara una fuerza antigua que se creé extinguida, que afectara a los tres protagonistas volviendo a enlazar su destino.

Richard Morgan es un escritor de ciencia ficción pura, que con Steel remains -titulo original- prueba fortuna en la fantasía heroica. El resultado es una novela bastarda a caballo entre estos dos géneros. Ya que aunque se encuadra plenamente en el genero de la fantasía heroica contiene elementos de ciencia ficción. La novela se basa en tres lineas argumentales una por protagonista, que al final se cruzan en un final eléctrico.  Siendo Ringil el personaje que llena 2/3 del libro. Sólo el acero es una novela autoconclusiva, pero de la cual ya tiene una segunda parte y planeada una tercera. 

La historia pertenece a la fantasía más realista y violenta, en un estilo parecido a G.R.R. Martin y Joe Abercrombie, en cuanto a como se comportan los protagonistas, que follan, matan y se drogan sin rubor. Al igual que la Canción de hielo y fuego se trata de un regreso de la magia. Todo parece normal y realista, hasta que empiezan a surgir hechos inexplicables o mágicos. Y utiliza un tono crepuscular los antiguos héroes que con la paz ya no son tan felices que cuando vivían rodeados de muerte y destrucción y se lamentan de la juventud perdida.

La novela es rica en casquería incluso en algunos momentos me ha recordado al Cliver Barker más sexual.  El libro sin dudas atrapa con la historia de Rengil, aunque las dos lineas argumentales secundarias la de Egar y Archech quedan algo descompensadas frente a la del protagonista principal, así como tambien queda coja con datos apuntados que no se acaban de narrar en esta primera parte. Supongo que ello tendrá continuidad tanto en personajes como en el pasado de ellos en las siguiente entregas. Por lo que Sólo el acero deja un poso de insatisfacción,  todo y la gran pericia narrativa de Richard Morgan, ya que indudablemente sabe a poco y crea la duda de si el autor conseguirá explicar satisfactoriamente los claroscuros de la trama. Aunque no por ello deja de ser una novela altamente recomendable.

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