Bautismo de fuego es aquella expresión que narra un rito de paso, un hecho o una acción que cambia la naturaleza de las personas, cotidianamente es una acción que entraña una cierta dificultad, pero tradicionalmente una acción de guerra o un hecho violento, la primera vez que se mata a un hombre o que se entra en combate.

Andrzej Sapkowski mantiene su excelente pulso narrativo, en una continuación directa de Tiempo de Odio las dos novelas se continúan y retroalimentetan sin atisbo de discontinuidad. El autor polaco sigue utilizando recursos propios de la narrativa oral, cuenta la historia desde diversos puntos de vista, hace inciso sque explican la historia a posteriori o introduce visiones que avanzan acontecimientos de forma críptica. A todo ello le añade leyendas y mitos de propia creación que dan una gran profundidad al mundo de Geralt de Rivia. En cuanto a los personajes es quizas en Bautismo de Fuego donde más evolucionan o al menos donde cambian más su parecer y se adaptan los unos a los otros.
Quizás los acontecimientos no avanzan mucho en esta quinta entrega pero se ve compensado por la fuerza de la narración, las disquisiones a veces brillantes de Sapkowski que profundizan en miedos y leyendas antiguas con algún pasaje que llega a emocionar, lo que dota de gran interés esta entrega.