Una colonia, el punto más remoto de la galaxia, una ciudad en la que habitan los embajadores. Los únicos que se pueden comunicar con la raza extraterrestre de los Arikei. Avice es una inmersora aquella que durante los viajes por el espacio puede mantenerse despierta, cuidando del viaje y los pasajeros, años después de abandonar ciudad vuelve en su luna de miel, con su marido un lingüista que viene a estudiar el idioma de los Arikei, también conocidos como anfitriones. En su estancia en el planeta presenciará la llegada de un nuevo embajador que revolucionará el status del planeta y será Avice la que nos cuenta la historia, de una forma un tanto fría pero de forma juguetona, hasta un final épico como pocos.
Esta novela es una puta obra maestra, tan buena que duele, tan llena de ideas que abruma, con tantos que giros que no deja de sorprender y con tantos acontecimientos apocalípticos que trasciende todo, pero ante todo es una brillante reflexión sobre el lenguaje, sus usos, formas y significados. Realmente China Miéville esta a años luz de cualquier cosa sobre ciencia ficción que haya podido leer, sus ideas son tan innovadoras que te producen una brecha en la cabeza y ahí se quedan. En definitiva si tienen cierta simpatia por el genero, haganse con este libro.
Pd: China Miéville es un hombre, lo del nombre le viene de unos padres con pasado hippy.
1 comentario:
Hola Miquel,
disculpa que utilitzi el comentari per un missatge: visita La Biblioteca de Ilium que t`hi he deixat feina ;-)
Espero que ho trobis divertit. Una abraçada.
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