Un séptimo hijo varón siempre ha sido signo de buena suerte, pero si sé es un séptimo hijo de un séptimo hijo ese niño está predestinado a ser alguien importante o cuánto mínimo mago. Alvin Miller Jr. pertenece a esa estirpe y por ello está destinado a ser un hacedor (a k.a. mesías).
Esta novela supone la segunda saga más importante de Orson Scott Card tras la de El juego de Ender. La saga de Alvin Maker, en la que se narra la historia de unos EEUU alternativos a caballo entre el s. XVIII y el XIX, está compuesta por 6 libros. Los EEUU se han independizado en forma de 7 estados, tres de ellos holandeses e incluso uno indio. Canadá sigue siendo francés e Inglaterra tiene varias colonias. Aparecen personajes reales como Ben Franklin o Thomas Jefferson. Lo que hace Orson Scott Card es hablarnos de mitología, al estilo de Joseph Campbell, y nos dibuja el momento de la fundación de los EEUU, llena de ritos. Nos demuestra lo importante de las palabras, como por ejemplo cuando Franklin define a los antiguos colonos como americanos (en español correcto estadounidenses) y como en torno a esa palabra se conforma una nueva identidad alejada de las metrópolis y una conciencia de nación.
Y la verdad es que poco más sucede en esta primera parte más allá de ser el origen y las bases del futuro mito que será Alvin Maker. La novela, no obstante, resulta muy entretenida: nos narra el nacimiento y la vida de Alvin Jr. hasta los diez años y la asunción del niño de su carácter exraordinario y poderes (mágicos de verdad). El antagonista es un poder que permanece oculto, el Deshacedor, que quiere matar a Alvin para evitar que de mayor se enfrente a él. Otra virtud de la obra es su cantidad importante de personajes carismáticos como: el Truecacuentos, los padres de Alvin, sus hermanos, el cura o Soldado de Dios.
La novela se desarrolla contraponiendo las artes de brujería que muchas veces son los remedios de la abuela (que funcionan) y la fe cristiana matizada con cierto racionalismo (que funci....bueno, tú ya sabes). El cura creyente es un estudiante de sesomancia, que consiste en tocar la cabeza de la gente para saber que males padecen. Los remedios de la abuela y conjuros protectores no están en guerra con la fe cristiana, por ejemplo la madre de Alvin y hermanas las practican y son muy beatas. El cura en cambio les quiere dar un matiz racional, y el personaje de Soldado de Dios abomina de ellas directamente.
El arte narrativo De Scott Card me obsesionó con "El juego de Ender"; ahora con "El séptimo hijo" teje un relato vibrante contando una historia de la América rural casi costumbrista. El primer capítulo engancha solo con un relato del miedo que padece una niña a Maggy la mala, que es una gallina. Luego nos narra la vida en la frontera cual Dorothy Jonhson y nos instruye en la filosofía que rige este mundo alternativo.
Está primera parte sirve para situar el marco mental y teórico en el que se desarrollará la saga, narra antecedentes históricos y da perspectivas futuras.La cosa promete.
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