Sazed se dedica a viajar por los territorios del imperio final y descubrirá que la profundidad no había desaparecido del todo.
Sanderson sigue desarrollando su fantasía en un solo entorno eminentemente urbanita. En esta segunda parte de Nacidos de la bruma, trata sobre que pasa después de la revolución. Los rebeldes tienen el poder pero organizarlo y defenderlo no es nada fácil. El pueblo no esta acostumbrado a tanta libertad, los nobles no les gusta la liberación de los Skaa. La burocracia ha caído, las calles son mas inseguras que con el Lord Legislador y la antigua nobleza, que quiere restablecer el poder nobiliario, se te planta frente a las murallas con un ejército demasiado numeroso. Los espías te acechan, las sospechas crecen, la novela tiene giros totalmente inesperados y cuando todo estalla te encuentras con las 200 mejores páginas finales que se puedan leer. Los personajes de Sanderson siguen teniendo un carisma espectacular, la banda de Kelsier toma un cariz mítico y los nuevos actores de la función no desentonan en absoluto. La verdad que esta segunda parte ha dejado el listón muy alto. Quería descansar de esta saga, un libro o dos, pero con ESE final es imposible y hace que empiece a leer El héroe de las Eras de forma inminente.