domingo, 6 de enero de 2019

Zen en el arte de escribir de Ray Bradbury

  Si este 2019 tenéis que leer un libro de autoayuda os recomiendo esta intensa obra de Ray Bradbury, en ella encontramos su visión sobre el hecho de escribir. En sus páginas tenemos recopilados varios artículos, así mismo como un capítulo final dedicado a sus poesías. Intensa porque es para estar aplaudiendo cada página, bueno....menos las que dedica al autobombo.

  Zen en el arte de escribir, es ante todo un canto a la imaginación y a la creatividad. Pero como en todos aquellos libros que un maestro expone sus métodos de trabajo sirven de consejos vitales. (ej. De que hablo cuando hablo de correr de Murakami). 

  Bradbury hace un llamamiento a la garra, a la pasión, al desencanto, a la diversión a la ira, elementos que todos ellos nos llevarán a escribir textos personales cargados de intención, no se puede hacer algo por hacer, lo que cuenta siempre es la intención, puedes perder la perspectiva,  però nunca la mirada. 

  RB Invita a  leer no solo mainstream sino a leer aquello que queramos leer, aquello que nos aporte esa mirada que citaba antes. Porque del texto más anodino, el clásico más olvidado,  la novelita pulp que compraste el otro día en gigamesh nos puede aportar algo, alguna idea, o despertar una llama. Lee por placer ante todo, lee aquello que te aporte. Porque gozar de todo esto, es ser hijo de tu tiempo. Citando a Stephen king: nadie vive solo de caviar, las hamburguesas de la cadena esa que estas pensando también molan, vale? Ej. Tiburón de Spielberg mola mil veces mas que Sharknado però ponte con unos colegas y un poco de alcohol a ver Sharknado y risas aseguradas ante tanta idea loca,(quizás se necesite un poco  mas que algo de alcohol).

  Bradbury invita a apartarse de los supuestos amigos que no crean en ti, que te atrofian a base de incredulidad y rídículo y que encima boicotean tu inventiva. Busca referentes que te apoyen que aprueben lo que haces y tengan un sentido crítico de verdad. Todo el mundo necesita alguien más sabio y viejo que  lo guíe, busca tu Merlín, tu Gandalf, tu Dumbledore. En caso de Bradbury fue Berenson o Aldous Huxley.  Que no necesites pies porque ya tienes alas para volar, esas alas te las proporciona tu vicio, tu pasión tus novelas, tus películas, tus cómics, tus maquetas de trenes, esa colección de anfibios, cosas que hagan más soportable el peso de existir. Todo ello y una aguda observación de la realidad, más tu bagaje personal te dará las ideas para contar historias.  Bradbury cuenta como su padre un hombre poco ilustrado, le cambiaba la mirada y se ponía evocador cuando le preguntaba sobre sus tiempos en Tombstone a principios del siglo XX, por boca de su padre fluía el lejano oeste. No era novelista, nunca escribió pero era un gran contador de historias, ¿que es escribir? sino relatar algo. 

  La ciencia ficción ante todo es el mundo de las ideas. Ideas que una vez formuladas alguién puede intentar llevarlas a la realidad. Por ejemplo: Napoleón necesitaba transportar grandes cantidades de comida para sus ejércitos, sus generadores de ideas, sus pensadores de futuro, idearon la comida enlatada, una idea un poco loca envasar comida e ir más allá de la salazón, permitió conquistar toda Europa y luego lanzarse a descubrir el globo, incluso a quedarse atrapado en el ártico con comida suficiente para pasar un largo invierno y perder los mínimos miembros posibles, así como  no tener que comerse a demasiados compañeros, bueno si no aparece un  monstruo asesino. Por cierto el chiste es que el abre latas no se invento casi hasta en el siglo XX.  Otro ejemplo seria Minority Report de Spielberg que adelanto en unos años las pantallas táctiles de los móviles (probablemente tenía información sobre el tema). 

  Lo que mola de la ciencia ficción o la fantasía es que ofrece alternativas, te permite pensar más allá de la realidad, una novela "normal" realista te da un mundo circunscrito e inamovible, la ciencia ficción o la fantasía, es una invitación a transgredir los límites, para hacer otro mundo posible, es empatía, y tener múltiples respuestas a los problemas cotidianos,  es libertad, es creatividad, es lo puto más. Las ideas se han de tratar como los gatos, no se han de forzar quizás tienes un esbozo (quieres acariciar ese gato -si no eres alergico- que te rehuye), pero la idea no querrá desarrollarse, ni implementarse en tu mente, déjala ya volverá cuando la estés ignorando (porqué el gato ignorado dirá no me agobia es diferente voy pa'lla)
  
  El escribir ha de convertirse en un trabajo, practica, escribe, escribe y escribe, que tu trabajo sea tu pasión y disfrutalo. El inicio del viaje puede ser terrorífico, pero acabará en el júbilo.  Aquí viene la idea Zen del libro: El trabajo hecho con placer, te llevará a la relajación esa relajación al no pensar, y esto a que tu escritura sea automática (luego por si acaso repasa lo que has escrito no vaya a ser que sea una mierda).

 Y esto un triste y pálido reflejo de lo que Ray Bradbury nos quiere contar en este Zen en el arte de escribir, corran a por él porque ante todo es sensacional: en su creatividad, en su forma de contar las cosas, en sus ejemplos, en su garra, en su pasión y en la ira que transmite hacia la gente sin imaginación. 

Aquí planto mi bandera y afirmo que 2019 será mi año Bradbury ya que en mi bagaje  lector solo tengo Cronicas Marcianas y Farenheit 451. Y la sensacional novela editada, por la no menos sensacional malas herbes,: "Un cementiri de llunatics"

 Pd: Otro libro sensacional sobre el ofició de escribir es: Escriure memòries d'un ofici de Stephen King.

No hay comentarios: