Primera experiencia con la autora belga y puedo afirmar que no sera la última todo y lo desconcertante que ha sido este libro.
La novela parte de una premisa de novela negra para progresivamente ir hablando sobre el las ganas de cambiar de vida y que hacer cuando la vida te pone en la disyuntiva de poder hacerlo . Baptiste es un hombre con una vida anodina a la que un día un hombre de origen sueco le llama a la puerta para utilizar su teléfono pues casualmente se le ha estropeado el coche en su puerta, justo después de llamar el hombre cae fulminado e irremediablemente muerto. A partir de aquí Baptiste decide suplantar la identidad el muerto pasando a llamarse Olaf y heredando una inmensa fortuna y una mujer bellísima.
Nothomb ahonda en la reflexión de lo que supone una nueva vida, y en la incertidumbre del peligro que acecha. En lo que supone tomar decisiones o no tomarlas. Todo envuelto en una aura, de cuento infantil, con un humor muy peculiar que resulta un canto a la vida despreocupada y derrochadora. La novela se centra en transmitir una sensación, un estado de animo más que desarrollar la premisa inicial, con lo que deja numerosos huecos a libre interpretación del lector. Por lo demás la novela me ha resultado una delicia narrativa leída de un tirón que sabe a poco y causa una leve decepción.